MI VOZ,
MI VERDAD
MI VOZ,
MI VERDAD
»Treinta y tres años ha tardado Rafael Montilla «El Chaparro», en volver a registrar su cante cordobés. Es el tiempo que media entre Dejadme vivir, el disco que grabó en 1988 en la discográfica Fonoruz, y Mi voz, mi verdad, el nuevo trabajo que acaba de grabar junto a su hijo, el guitarrista con el que comparte nombre.
Un disco hecho en casa, mano a mano, a fuego lento, lejos de las experiencias que ha tenido en su carrera El Chaparro, una de las voces más prestigiosas del cante cordobés, y que se ha prodigado poco por los estudios de grabación, pese a su dilatadísima carrera en el mundo del flamenco.
Ahora, los Chaparro, un linaje que ancla sus raíces en el barrio del Campo de la Verdad, tienen debajo del brazo un disco conjunto, concebido al mismo tiempo como una demostración del legado que ha construido el viejo cantaor y como una exhibición de un flamenco ajeno a las modas, clásico y atemporal, una embestida frente a lo que Chaparro Hijo llama, “la dictadura del soniquete”.
Mi voz, mi verdad es a su vez producto de un anhelo, el del cantaor Rafael Montilla «El Chaparro», que quería volver a grabar unos cantes a su manera y de una responsabilidad, la del guitarrista Chaparro Hijo, que ha tenido que asumir la carga personal y profesional de dirigir musicalmente un proyecto que el guitarrista califica como «un disco para los flamencos, los aficionados y la gente que es sensible a la música».